lunes, 17 de diciembre de 2012

Y el porqué no

Son dos cuestiones que no deberían dar lo mismo. Pues a mí llevan ya tiempo siendo sinónimos para casi todo. Sigo viva, sigo aguantando el tirón continuo que supone mi vida y cada vez siento menos cosas. Para mí es la gloria. Soy capaz de mirar al próximo mes de mi vida sin querer morirme. Ya no miro al pasado, porque no hay nada allí que me interese. No miro al futuro a largo plazo porque ya estoy viviendo un presente que nunca pensé que alcanzaría. Vivo de prestado y me da igual. Eso sí, para los médicos "estoy bien". Y yo no les llevo la contraria, porque soy capaz de salir cada día a la vida y más o menos arreglármelas en ella. Nunca pensé llegar hasta aquí. Lo gracioso es que he alcanzado este estado en el que puedo vivir a base de no querer morirme. En realidad a base de no querer nada, y punto. No esperar nada. No deber nada. Ser por defecto.

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